La semana pasada, después de haber estado ahorrando casi un año, logré viajar a Nueva York para poder quitarme esas ganas de conocer Estados Unidos antes de que «se acabe el mundo» y poder descansar del trabajo aunque sea una semana.
Partí de Lima un sábado a las 8 de la mañana con destino a México, ya que ahí ibamos a parar por 5 horas y luego ibamos a ir a Nueva York. En México, estuve pensando que podría probar un verdadero burrito mexicano, lamentablemente una vez que pasas inmigraciones y entras a las Salas de Embarque, no encuentras buenos restaurantes tradicionales (con decir que el único restaurante que recuerdo fue Chilis) entonces tuve que estar sentada 1 hora y media hasta que mi 2do vuelo saliera.
Llegué a NY el sábado a las 11:30 de la noche y el proceso de inmigraciones fue demasiado rápido, en 30 mins ya estaba fuera del aeropuerto. En México demoré como 3 horas (solo en inmigraciones) algo que hizo que me llevara un pésimo recuerdo de México.
Estuve en NY aproximadamente unos 4 días y en estos días pude comer Chicken Fingers, Hot Dog con queso derretido a US$ 4.00 frente al Metropolitan Museum, también pude visitar Chinatown y comer en uno de sus restaurantes. Debo decir que no fue tan caro como pensé (US$ 7.00 un plato de Arroz con Pollo Salteado, osea: Chaufa y otros más US$ 7.00 para la Sopa Wontón) y el sabor no era tan malo, sin embargo los Wantanes Fritos de Estados Unidos no eran ricos y eran demasiado grasosos. Al final mi amiga (con quien viajé) los dejó y yo me los llevé porque pensé que tal vez podría comerlos luego (al final los boté).
Ya siendo jueves (Thanksgiving) fui para Maryland a pasarla con mi familia. Esta fue la primera vez que celebraba Thanksgiving y la idea de tener una cena tipo navideña en pleno Noviembre me parecía muy extraña pero a la vez divertida. Todo estuvo muy rico, la comida de mi tía es buena y terminé llenándome, tanto así que tuve que esperar como 2 horas para irme a dormir. Al día siguiente tocaba el día de compras ya que ese día se iba a llevar a cabo el tan ansiado BlackFriday, donde casi todas las cosas están en oferta sobre oferta.
Cabe resaltar que la ropa que se encuentra en oferta en Estados Unidos, por lo general es la ropa de la temporada que acaba de pasar, por eso la rematan, pero como en Lima estamos atrasados una temporada, conviene bastante comprar. Logré conseguir buenas cosas pero por la velocidad de mis compras, me di cuenta que la ropa no me quedaba como esperaba y he terminado vendiéndola.
Otro punto que debo resaltar bastante de este viaje fue que, el Caramel Mocca de Mc Donalds de Estados Unidos es demasiado rico (y solo cuesta US$ 1.99 sin taxes), casi todos los días que estuve allá, me la pasé comprando café en Mc Donalds y a decir verdad, es una de las cosas que más extraño.
También, la gaseosa te la debes servir tu. Al momento que te entregan tu combo, te entregan tu vaso vacío y tu debes ir a la zona de bebidas a servirte lo que desees. La idea me pareció perfecta pero creo que en Perú este sistema no se puede implementar, por obvias razones.
Finalmente, antes de regresar a NY (recuerden que fui a Maryland), pasé por un restaurante llamado Tyson Buffet. Se podría decir que es como un Chifa Mandarín en Maryland, donde el buffet consta de comida china, japonesa y comida tradicional. Lamentablemente no me encontraba del todo bien, así que comí sólo 2 platos (de los 4 que acostumbro) y el postre. La comida japonesa no estaba tan rica, la sentí seca pero la comida china sí me gustó aunque extrañé mucho el chifa peruano.
Nuevamente en Nueva York, hice unas últimas compras, arreglé las maletas para regresar a Lima y mi primer vuelo salió a las 2:20 de la tarde con destino a México. A diferencia de mi primera visita a México, en esta 2da oportunidad, hice todo el trámite de inmigraciones en 30 mins. ¡Cómo no fue así en mi primera visita!, tuve que esperar 3 horas en la sala de embarque hasta que mi segundo vuelo saliera, con destino a Lima.
En Lima, como siempre, el cielo me recibió con un colchón de nubes pero lo que me alegró bastante fue que todo el proceso de inmigraciones duró 15 minutos y pude llegar a mi casa antes de que mi mamá se despertase.
Este viaje me gustó bastante, todo el sistema de transporte de Nueva York es totalmente diferente al de Maryland pero sobre todo al de Lima. Las calles son limpias, no te encuentras con «sorpresas» como acá y la gente vive tan concentrada en sus cosas que puedes pasear tranquila con tu celular en la mano sabiendo que nadie va arranchártelo. Debo admitir que esas cosas son las que extraño de Estados Unidos pero la comida peruana, no la cambio por nada del mundo.
Espero pronto subir algunas de las fotos a mi cuenta en Flickr (para los interesados). Estén al tanto de mis actualizaciones en mi cuenta.
Ojalá que esto les ayude a aquellos lectores que algún día quieran viajar a Nueva York y en verdad espero se diviertan tanto como lo hice yo.