Volviendo a Cajamarca

Plaza de Armas de Cajamarca
Plaza de Armas de Cajamarca

La última vez que tuve la oportunidad de viajar a Cajarmarca fue hace aproximadamente 17 años, cuando tenía entre 9 o 10 años y recordaba con mucha nostalgia sus calles, comida, campos pero sobre todo, extrañaba su cielo. El cielo cajamarquino (personalmente) me parece el más lindo que haya visto. Si tienen la suerte de ir, es mejor verlo desde la zona de los campos que de la misma ciudad, la luz de las calles no permite ver muy bien las estrellas.

Mi vuelo salió el pasado sábado. Viajé con mi novio y llegamos a la sala de embarque cuando ya la gente estaba en cola lista para ir al bus que nos llevaría al avión. Mientras hacíamos nuestra cola, me di cuenta que había varios chicos bulleros cerca a nosotros, no les presté atención hasta que me pareció ver una cara conocida: Era Erick Elera, el actor de Al Fondo Hay Sitio. No le presté mucha atención, ni tampoco a MariCarmen Marín, con quien me crucé en el bus que nos llevaría al avión. Resulta que ambos también viajaban a Cajamarca para la inauguración de un Centro Comercial nuevo que hay allá.

El vuelo debe haber durado aproximadamente unos 55 minutos, pero como me la pasé hablando con mi novio, ambos sentimos que fueron 20 minutos. Para mi que generalmente mis viajes son más de 12 horas (tanto en bus como en avión) me sorprendió lo rápido que llegamos. Si tan solo siempre tuviera dinero para viajar, viajaría más.

Al llegar a Cajamarca, como habíamos contratado un tour, nos fueron a recoger al aeropuerto que es bien chiquito (sólo tiene una sala de embarque) y nos llevaron al hotel que felizmente encontré en oferta en una cuponera. Dejamos nuestras cosas y salimos a ver la ciudad. Para novio (a quien llamaré Yoshi a partir de ahora. Sí, así se llama) era la primera vez que visitaba Cajamarca, así que quería salir a conocer la ciudad y estaba bien emocionado por el tour. Nos encontramos con una amiga y nos llevó a visitar Los Baños del Inca, que está a menos de 15 minutos de la Plaza de Armas si van en taxi (no paguen más de S/. 8.00). Dimos una vuelta por las aguas termales y como ya eran cerca las 3 de la tarde, decidimos ir a almorzar por ahí cerca.

Mi amiga me dijo que un lugar rico para comer es el Castope Restaurante. Según lo que pude percibir, Castope es como un «Grupo» conocido allá y tienen desde librerías hasta supermercados, pero nosotros sólo entramos a uno de los tantos restaurantes que tienen allá.

Como bien sabrán, Cajamarca se caracteriza bastante por su Cuy y su Sopa Verde, así que se pueden imaginar que fue lo que pedí. Le dije a Yoshi que sí o sí debía pedirse una Trucha Frita (que jamás había probado) y mi amiga, quien vive allá desde hace 3 años, decidió pedirse un Arroz con Mariscos. «Yo no puedo comer esto cuando quiera porque no ando en Lima» fue lo que dijo.

Sopa Verde_Castope
Sopa Verde. Recuerdo que de chiquita no me gustaba porque era verde :/
Cuy_Caspote
Cuy en Castope
Trucha frita_Castope
Trucha Frita

Todo lo que pedimos estuvo realmente rico, desde la presa (en mi caso cuy) hasta el arroz (el arroz que pedí fue el arroz de trigo, que es arroz cocinado con trigo, mezclado. Tiene un agradable sabor). Salimos recontra llenos y satisfechos de ese restaurante. Mi amiga dice que en todos los Castope Restaurante que ha ido, le ha gustado.

Volviendo a la ciudad, tuve que separarme de mi amiga porque nuestro tour comenzaba. Era un tour de los alrededores que duró 2 horas. Al final regresamos al hotel para asearnos y luego ir a cenar.

Mientras que estábamos en Baños del Inca, mi amiga me dijo que si queríamos probar las mejores humitas de la ciudad, teníamos que ir al Restaurante Salas, que está en la cuadra 7 de la Calle Amalia Puga, justo al al lado izquierdo de la Plaza de Armas (si sales de la calle que está al lado de la Catedral).

Entramos y el local estaba lleno pero felizmente había una mesa libre. Para iniciar pedimos la tan bien hablada Humita Especial y para acompañar un vaso de naranjada, y como en la carta leí que vendían Conejo, decidí pedir eso también para probar (que estaba un poco seco y no nos gustó mucho). Debo decir que la humita estaba BUENAZA y para su precio (S/. 4.50) valía totalmente la pena. Yoshi pidió otro más después de comer la cena y además también compramos 4 cada uno para traer a Lima (eso ya fue al día siguiente, antes de volver).

Humitas_Restaurante Salas
Humitas en Restaurante Salas
Conejo_Restaurante Salas
Conejo un poco duro 🙁

Mi amiga, con una amiga más que me cayó recontra bien, demoraron mucho en darnos el encuentro entonces mientras las esperábamos, nos sentamos en la plaza a ver las estrellas. Ver las estrellas en el cielo cajamarquino es una de las cosas que más recuerdo de mi infancia así que quise volver a vivir aquella experiencia, pero como les comenté líneas arriba, en la ciudad es difícil poder verlas así que fijándonos bien y gracias a una app del celular, pudimos divisar estrellas que juntas formaban constelaciones. Logramos ver la constelación Cruz del Sur y la constelación de Escorpio.

Al día siguiente se iniciaba nuestro tour para Cumbemayo que está aproximadamente a una hora de la ciudad. Este lugar es conocido por su Bosque de Piedras y de verdad es sorprendente como a pesar de los años, se sigue manteniendo este lugar de manera tan majestuosa.

Bosque de Piedras
Bosque de Rocas en Cumbemayo
Cumbemayo
Yo y las wishas (ovejas)

Regresando a la ciudad, nos fuimos a comprar algunos recuerdos y por supuesto fuimos a comprar el Queso Mantecoso que todos aman y las populares Rosquitas, sin embargo, me di cuenta que ya no tenía suficiente dinero y sólo me alcanzaba para comprar 400gr. de queso mantecoso y una bolsa de rosquitas. Debido a esto, Yoshi y yo tuvimos que buscar un lugar que vendieran comida que se ajustara a nuestro presupuesto, fue entonces que recordé que siempre dicen que comer en los mercados de provincia es rico, así que preguntamos donde se encontraba el mercado de la ciudad.

El mercado se encuentra a sólo 2 cuadras de distancia de la Plaza y ahí mas que verduras y frutas, venden almuerzos así que nos demoramos regular en encontrar un lugar donde almorzar, hasta que rendidos, nos sentamos en un comedor que encontramos (que junta como 5 puestos de comida) y a la primera señora que nos ofreció menú le aceptamos.

Yoshi volvió a comer Trucha Frita pero yo me fui por el Carnero con papa picante que, para lo que nos costó (el menú estaba S/. 5) valió la pena. Luego de eso nos volvimos a encontrar con mi amiga para que ella almuerce y luego dimos una vuelta a la plaza y nos despedimos ya que iba siendo hora de ir al aeropuerto para tomar nuestro avión de regreso a Lima.

Carnero_Mercado Local
Carnero con papa picada del Mercado de la ciudad

A pesar de que el viaje no duró casi nada, nos divertimos bastante y lo mejor de todo fue que comimos rico. Yoshi quedó totalmente enamorado de Cajamarca, de su cielo, gente y comida; yo por mi parte, me volví a llevar un lindo recuerdo de sus estrellas, las que espero volver a visitar en un futuro cercano.

Una respuesta a “Volviendo a Cajamarca”

  1. Me gusto mucho leer tu bog yo ahora mismo estoy alistando viaje para Cajamarca espero que me encuentre con los sitios que as mencionado y tu que tengas un lindo dia.
    Manolo

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